Decimos esto, porque los cazadores no somos el problema de los accidentes, sino parte de la solución, ya que cazándolos hacemos un bien a la sociedad, ya que si no lo haríamos crecerían hasta limites insospechados aumentando todavía mas los accidentes y los daños a la agricultura que estos animales provocan, que no olvidemos se reclaman a los cazadores. La última reforma de la Ley de Caza y Pesca, en vez de promover y ayudar a la caza de los animales de caza mayor y menor que provocan daños, principalmente jabalíes, corzos, ciervos y conejos, en vez de dar facilidades a las sociedades de cazadores que colaboran en la resolución de un problema, les impone todo tipo de trabas encareciendo la actividad cinegética de gestión con la obligatoriedad de contratación de guardas y disminuyendo la eficacia de las cacerías.