Sensibilizar a los cazadores sobre la necesidad de utilizar perros de sangre, para minimizar el número de reses de caza mayor que se pierde cada año.
Formar a los conductores de perros de sangre y proporcionarles apoyo en el entrenamiento y en el rastreo.
Defender el rastreo con perro de reses heridas ante los organismos responsables de la caza en España, como disciplina complementaria a la acción de cazar y como contribución a la gestión de los territorios de caza y a la promoción de una caza ética y respetuosa.
Profundizar en el conocimiento del "arte" de rastrear con perros, que forma parte de la cultura venatoria española al menos desde el siglo XVII.
Desde sus comienzos la ACE ha mantenido una línea de acuerdo con la AEPES.