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Caza
Por un motivo atávico, difícil de expresar para quien lo padece, somos los cazadores una clase de gente que siente la necesidad de pasar de la contemplación a la aprensión de la pieza. ¡Cuantas veces al llegar al cuerpo exangüe del corzo muerto hemos sentido una mezcla agridulce de rabia y placer al ver yacer tanta belleza! Sin embargo algo nos invita a continuar en pos de esta especie. Su caza subyuga al aficionado hasta extremos que solo quienes hemos enfermado de ello somos capaces de entender.
Sin lugar a dudas la batida ha sido la forma más ancestral de caza de esta especie, tanto si se empleaban armas como si trampas o redes. Es, por otra parte, una forma social y cooperativa de practicarla que exige de la concurrencia de ciertas destrezas, no siempre bien valoradas.
Esta modalidad de caza es ante todo una forma solitaria y necesitada de instinto y habilidad. Si hubiera que definirla de una manera gráfica podríamos decir que es "cazar a lo indio". Es necesario un profundo conocimiento del medio, saber valorar la oportunidad y saber cuando es el momento oportuno para el lance.
La caza en la modalidad de aguardo o espera es uno de los modos más eficaces para realizar una caza selectiva. Consiste en acechar a la pieza desde un lugar dominante de modo que el corzo o corza desarrolle su comportamiento con naturalidad ofreciendo la oportunidad de hacer una detenida y correcta valoración del animal, en especial en detalles como su sexo, estado de cría o gestación, salud y primera estimación de la edad.
Las evidencias nos demuestran que el corzo es una de las especies de caza mayor que con más frecuencia resulta herida y exige un rastreo posterior para efectuar su cobro. Ello pude deberse a muy distintos factores: disparos precipitados, mal apoyo del arma, munición inadecuada, mal conocimiento de la anatomía del animal.
El correcto emplazamiento de los órganos vitales en el animal vivo es de una importancia definitiva para evitar el sufrimiento innecesario y obtener a la vez una pieza con el adecuado aprovechamiento cárnico y culinario.
La caza con arco y flechas está ganando cada día más adeptos. Se trata de una modalidad exigente en cuanto a técnica y materiales. El corzo es, en la caza con arco, un auténtico desafío y es probablemente la especie más exigente en cuanto a técnica de cuantas existen en España. Su pequeño tamaño, su velocidad de reacción, su estado de perpetua vigilia hacen que los lances que alcancen el éxito sean muy valorados por los aficionados.
El empleo de los reclamos en la caza es y será un asunto controvertido. Para algunos es una ventaja innecesaria y para otros la oportunidad de cazar en base a las destrezas personales y no a la tecnología.